Tradición y estilo propio

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Sobre las franjas, los brocados simbolizan los animales, los símbolos y las fiestas más importantes de cada comunidad. Con semejante herencia, no es casualidad que San Juan Colorado, un pequeño pueblo mixteco ubicado en la Costa Chica, del Estado de Oaxaca, sea uno de los principales productores de tejidos en telar de cintura en México.

Aquí, las mujeres visten tradicionalmente con el tsehe o posahuanque (una falda tejida a mano que se lía alrededor de las caderas), mientras que el xicun o huipil se reserva para los días de fiestas. Sin embargo, los posahuancos son tejidos por sus vecinas de Pinotepa de Don Luis. Lo que distingue a San Juan Colorado es su prolífica producción de tejidos multicolores adornados con estilo propio. Gracias a que el telar que emplean cuenta con un aditamento especial de la región, aquí se pueden tejer figuras geométricas y animales de manera rápida y precisa. Entre los motivos más recurrentes se encuentran las grecas tradicionales de la comunidad y los motivos vegetales o animales, como la raíz de flor (yo'o ita), el ala del pollo (nditsin ndivi), el ciempiés (coo ndaha), el alacrán (tujuhma).

La mayoría de los textiles de esta zona son realizados con hilos que las mujeres tiñen artesanalmente utilizando tintes naturales como el añil, la cochinilla, flor de cempasúchil, pericón, la hoja de guayaba y la corteza de árboles como la caoba o el nanche, el guapinol, el almendro y el Palo de Brasil, semillas de aguacate, camote silvestre. De esta gran variedad, surgen los principales colores que se emplean para colorear los textiles de aquí: azul y marrón en diversos tonos, pero también rosa, amarillo brillante y color tierra. 

En el año 2020, seis tejedoras de esta comunidad decidieron unirse para formar el grupo Artesanas Ancestrales de YO'O ITA. A causa de la pandemia de COVID-19, que no permitía salir a la capital a vender sus piezas, decidieron intentar vender sus piezas por las redes sociales y la internet. La iniciativa hoy está formada por 20 mujeres unidas por el intercambio de conocimientos, talentos y experiencias. De hecho, la mayoría de las artesanas son mujeres jóvenes que fueron invitadas a unirse por las mujeres de mayor edad. El algodón coyuchi, una de las fibras de mayor uso en la época prehispánica, se usa principalmente para la iconografía de brocados. 

Si bien han logrado crecer, las YO'O ITA están conscientes de que la sustentabilidad es primordial para la continuación de sus tradiciones. Entre sus mayores desafíos se encuentran lograr una demanda constante de sus piezas. De este modo, llevar un huipil de las YO'O ITA es un verdadero lujo, pues representa la identidad viva de un pueblo y la fuerza de un grupo de tejedoras que insisten en continuar con sus tradiciones en el presente y con la mirada puesta en el futuro.